viernes, 25 de septiembre de 2009

Damas y Caballeros con todos ustedes Bruno Mattei

Bruno Mattei empezó en el mundo del cine como ayudante de montaje en algunas películas desde 1952 hasta 1958. Después fue montador y en aproximadamente 10 años, desde 1960 a principios de los 70, Mattei montó más de 100 películas. Su primer filtreo con la dirección cinematográfica tuvo lugar en 1969 cuando rodó 20 minutos adicionales para la versión francesa de la película '99 Mujeres' de Jess Franco. En 1975 escrbió el guión de 'Emanuelle e Françoise le sorelline' que acabó dirigiendo su amigo y colega Joe D'Amato, al que ayudó con el montaje de 'Eva Nera'


Habieno realizado diversos trabajos en el mundo del cine, como montador, editor de sonido, operador de cámara y guionista. Finalmente hizo su debut como director en 1970 con el drama 'Armida, il dramma di una sposa ' con guión de Giacomo Gramegna. Pero el verdadero Mattei, el que mueve a legiones de seguidores, que le apoyaron hasta su última película, empezó en 1977 realizando un gran número de películas eróticas sobre campos de concentración nazis.

Le siguieron documentales de género mondo como 'Le notti porno nel mondo' y 'Sexual aberration - sesso perverso ' por citar un par de ejemplos.


Siempre destacando como director de cine exploitation, cultivando los subgéneros de naziexploitation, mondo y nunexploitation (en este último apartado destaca 'La vera storia della monaca di Monza'). En 1980 Bruno Mattei le regalo al mundo la fantástica 'Apocalipsis Canibal' ('Inferno dei morti viventi '). Esta coproducción con España, supuso también el nacimiento del pseudónimo más popular de Mattei, Vicent Dawn.


Sus logros cinematográficos apartir de entonces pueden contarse con los dedos de las manos de un manco; 'Rats - Notte di terrore ' y 'Zombi 3' que co-dirigió junto a un moribundo Lucio Fulci, con lo que el resultado final da más la sensación de ser obra de Mattei que de Fulci.


Continuó dirigiendo películas de mujeres en prisión, exploitation de acción y una copia bastarda de 'Terminator' que se atrevió a titular 'Terminator II'. Apartir de 1990 empezó a decaer su volumen de trabajo y desde 1996 hasta 2001 no realizó ninguna labor de interés, salvo el montaje y el guión de 'Un giudice di rispetto' en 2000.

Apartir de 2003 hasta su última película en 2007, se dedicó en cuerpo y alma al circuito de cine directo a video y dvd.

Recuperándo los subgénero exploitation de caníbales y mujeres en prisión. Para poner punto y final a su carrera con 'L'isola dei morti viventi ' y 'Zombi: La creazione ', volviendo al subgénero de cine de zombis a la italiana que tanto prestigio le dio.


Mattei murió en Roma el 21 de mayo de 2007, debido a complicaciones tras operarse de un tumor cerebral. Siempre será recordado por los aficionados al género fantástico por sus películas de presupuesto limitado o inexistente y siempre le acompañará el sobrenombre de "El Ed Wood italiano". Como era habitual entre los cineastas italianos de la época que se dedicaron al cine exploitation, Bruno Mattei usaba una gran variedad de pseudónimos. Por lo que si veis alguna película firmada con uno de los siguientes nombres, sabreis que estais ante un genuino Mattei.


Michael Cardoso Norman Dawn Vincent Dawn David Graham David Hunt Bob Hunter Frank Klox Pierre Le Blanc Jimmy B. Matheus Jimmy Matheus B. Mattei J.B. Matthews Jordan B. Matthews J. Metheus Martin Miller Erik Montgomery Herik Montgomery Stefan Oblowsky Gilbert Roussel George Smith William Snyder.


El principal motivo por el que dedico un artículo a este gran hombre, es por sus palabras en la entrevista que se incluye en el dvd de 'Apocalipsis Canibal'. "Mis películas son como si fuesen hijos, pero si dependiese de mi las volvería a rodar todas(...) no me gustan mucho mis películas,las rodaría todas de nuevo. En realidad, no hay películas hechas por Bruno Mattei" Dijo el director en una entrevista realizada en 2002.



BRAVO MATTEI!

viernes, 18 de septiembre de 2009

Crítica de 'Malditos Bastardos'

'Malditos Bastardos' ('Inglorious Basterds')

Escrita y dirigida por Quentin Tarantino
Interpretada por:

Brad Pitt
Christoph Waltz
Michael Fassbender
Eli Roth
Diane Kruger
Daniel Brühl
Til Schweiger
Mélanie Laurent



Crítica de ‘Malditos Bastardos’

Hace mucho tiempo en el rodaje de ‘Pulp Fiction’ Tarantino soñó con hacer un filme bélico.
Después de mucho pensar, escribir y pensar más aún, la idea se convirtió en ‘Inglorious Bastards’ que acabó siendo ‘Inglorious Basterds’, aunque debería haber sido ‘ Érase una vez en la Francia ocupada por los nazis’ o incluso ‘Operación Kino’. Cualquier título hubiese sido mejor que el que se le ha quedado finalmente.

El título que sugiero de ‘Érase una vez…’ encajaría a la perfección para describir este hibrido western-bélico. Y sin duda evitaría desilusiones en cuanto al camino que va a tomar la trama, pues esos “basterds” sólo aparecen en cuatro ocasiones.

Es muy posible que los “tarantinianos” digan que el título que no describe la película es otra genialidad de su ídolo. Por otro lado si la película se llamase ‘Operación Kino’ sería demasiado descriptivo, pues a fin de cuentas la parte fundamental de la narración gira en torno a susodicha operación.

‘Malditos Bastardos’ es una película que no es ni buena ni mediocre. Llegado a este punto, me gustaría preguntarle a los que la han visto ¿es realmente una película o una práctica de un curso de montaje sobre la edición de secuencias de conversaciones?
Sally Menke, la montadora habitual de Tarantino, parece especialmente primeriza con esta película, como si le diese miedo montar un plano contra plano. Y bueno, no sé vosotros, queridos lectores, pero cuando yo veo una conversación en una película quiero tener una visión global de ambos interlocutores y de lo que les rodea. No un plano fijo de alguien que habla sin parar de temas que no vienen a cuento con el único pretexto, imagino, de que la película dure dos horas y media. Aún así el montaje hace algunos alardes de genialidad en las secuencias más dinámicas, pero el bajón que suponen para el espectador las partes habladas no lo compensan.

Puesto que la película está dividida en capítulos me parece oportuno, y divertido porque no decirlo, dividir también la crítica en capítulos.

CAPITULO 1: Érase una vez en la mente de un Enfant Terrible

Enfant Terrible ,como le gusta a los “tarantinianos” que su ídolo sea considerado así es un término que suena como muy guay y todo eso imagino. Supongo que para alguien que tiene la lengua pegada al culo de Tarantino todo vale.
Aunque bueno, tal vez se refieran al término francés de origen no a la nueva acepción que se refiere a alguien que se salta las normas y no es nada ortodoxo en el desarrollo de una tarea artística. Eso explicaría muchas cosas, con la definición original de enfant terrible: “niños particularmente ingenuos que hacen preguntas terriblemente embarazosas a adultos, especialmente a sus padres”. Eso sí que define a Tarantino en al menos dos de sus virtudes como persona, niño e ingenuo.
Y eso no está mal, no debería estarlo, si Tarantino fuese consciente de su ignorancia. Sus películas ganarían mucho si realmente fuese un enfant terrible y no un niñato malcriado, que eso es lo que es.

Antes de continuar quiero dejar clara mi opinión sobre Tarantino. Como persona me cae mal, le odio a muerte y deseo que sufra mucho en su vida y que se muera de la forma más dolorosa y miserable posible.
Para que sepais por donde va la cosa, mi puntuación para las otras películas de Tarantino es:

Reservoir Dogs: 4
Pulp Fiction: 6
Jackie Brown: 0
Kill Bill: 8
Death Proof: 5

Tarantino no es un genio, es un ingenuo con suerte. Y eso es lo que refleja en sus películas. Una chulería y una prepotencia típica de los nuevos ricos que no creen su fortuna y prefieren no preguntarse como han llegado hasta ahí, no vaya a ser que alguien note el truco.
Todo el mundo le conoce, todo el mundo ve sus películas. Saben de qué tratan y saben qué pueden esperar de ellas. Pero si Tarantino no fuese consciente de esto, haría un cine mucho más gratificante para el espectador, en lugar de hacer películas gratificantes para él mismo.

Porque el mundo del cine funciona así. No se hacen películas que el director quiere. Se hacen las películas que el público exige. En muy contadas ocasiones, directores independientes iraníes, por ejemplo, hacen películas que cuentan una historia íntima y personal que puede llegar a conectar con el público (con el público iraní que también ha perdido un camello, por ejemplo)
Pero en el caso de nuestro amado Quentin, ha tenido la extraña fortuna de que lo que a él le gusta, gusta también a muchas otras personas. Aunque nadie sabe exactamente que es, ni yo mismo podría aventurarme a decir porque veo películas de Tarantino. Y por lo tanto se ve obligado a repetir el mismo esquema de referencias cinematográficas, violencia y diálogos interminables y cotidianos.

También es importante tener presente cómo concibe sus películas Tarantino. Según dijo en una entrevista a el le gusta pensar que sus filmes son como discos de música. Los pones de fondo mientras haces algo y cuando viene una parte que te gusta especialmente, dejas lo que estés haciendo miras la película y luego vuelves a lo tuyo.
Eso, dicho con mucho entusiasmo por el director, no es que sea precisamente algo positivo. Eso quiere decir a grandes rasgos que sus películas no requieren atención y que son algo que ocurre mientras la gente hace cosas más interesantes.
Y tened por seguro que ‘Malditos Bastardos’ no es una excepción

CAPITULO 2: Inglorious Basterds

En lo referente a la película. El primer capitulo, como el primer capitulo de esta crítica. Es totalmente innecesario.’ Malditos Bastardos’ es una película propicia para que algunas secuencias no sigan un orden cronológico en el montaje. La primera de ellas es este primer capitulo que transcurre en la campiña francesa. Lo importante aquí, el evento que da continuidad a la película. Es que una chica judía escapa de la casa mientras los nazis matan al resto de su familia que permanecía oculta por un afable hombre de campo francés que cede las vidas de la famila Dreyfus a cambio de las de su familia.
Y eso le cuesta a Tarantino 20 minutos de película. El personaje de Shoshanna Dreyfus (Mélanie Laurent), del que descubrimos que la autentica protagonista una vez que ha terminado la película, podría presentarse de cualquier otra manera. O en todo caso de una manera más breve.

En el siguiente capitulo se nos presenta a los Basterds, un grupo de judíos americanos encargados de causar los mayores destrozos posibles y atemorizar a los nazis. He aquí una importante laguna argumental, especialmente para aquellos que han visto ‘Aquel Maldito Tren Blindado’ de Enzo Castellari, que debería ser como la versión anterior de ‘Malditos Bastardos’ pero sólo comparten el título en inglés. En la película de Castellari, el grupo de soldados son unos renegados americanos que estaban condenados por mala conducta y que logran escapar de sus captores y acaban perdidos en medio de Francia con los nazis por el un lado y el ejercito americano por otro. En el pseudo-remake de Tarantino, los Basterds son soldados reglamentarios que cumplen órdenes. El problema está que no hay brieffing de estas órdenes por parte de un superior y el espectador se puede sentir un poco confuso.

La misión de los Basterds es simple, matar nazis, cortarles la cabellera y dejar a un superviviente con una esvástica grabada en la frente para que siempre quede reconocible como nazi. El teniente Aldo "El Apache" Raine (Brad Pitt) es el que informa a sus hombres y los espectadores de esta turbia misión, que parece no impresionar ni crear dilemas morales en ningún Basterd, lo cual me parece muy bien. Es en esta parte donde más se empieza a notar el aire a Western que está muy bien, de hecho está genial. Crea una atmosfera muy interesante. Pero el rollo de película del oeste está completamente desaprovechado. De hecho ‘Malditos Bastardos’ es una película que peca de desaprovechar muchísimas oportunidades de ser un filme excelente.

La secuencia del rescate de Hugo (Til Schweiger) para incorporarlo a los Basterds, está bien, es entretenida y graciosa, al estilo Tarantino. Pero no quiero saber el origen de sólo uno de ellos, como espectador quiero saberlo todo sobre cada uno de los miembros de ese grupo de elite. Aunque a fin de cuentas, como no son los protagonistas ni su intervención en la historia es relevante en absoluto, tampoco importa no saber nada de ellos. La excusa oficial para esta alarmante falta de profundidad en los personajes es que habrá una precuela, pero a mi no me convence.

El personaje interpretado por Eli Roth, que se parece físicamente demasiado a otro Basterd y confunde a los espectadores, es un personaje muy bueno, lleno de rabia y bien interpretado por el autor de ‘Hostel’ (¡quién lo hubiese dicho!) pero como muchísimas otras cosas de la película no está aprovechada al máximo, una verdadera lástima.

La sensación general que sentí al terminar la película fue de una gran promesa rota.
Es como si la película fuese un vehículo mágico que te va a llevar a un lugar fantástico donde todos tus sueños se harán realidad, donde serás feliz siempre y nunca jamás volverás a tener preocupaciones. Te subes a bordo de ese vehículo, expectante por llegar, pero resulta que el maldito cacharro, nunca arranca del todo y cuando empieza a coger un poco de ritmo se queda sin gasolina dejándote en medio de ninguna parte solo, desesperanzado y utilizado.

La historia en sí es interesante, incluso diría yo que fascinante. Pero tal y como está tratada se vuelve aburrida y nada atrayente. Los personajes, como he dicho antes, no importan. No hay una clara división entre buenos y malos, lo que impide cualquier tipo de identificación, aunque se tiende a presentar a los nazis como las víctimas indefensas de la barbarie americana. Y en general la historia vaga sin un rumbo fijo y sin nada que ofrecer. Pero con la constante promesa de que la secuencia siguiente va a ser vibrante y digna de recordar.

Lo mismo ocurre con la comedia. La película nunca llega a ser especialmente cómica, en el sentido de comedia del cine de Tarantino. Sólo en la parte final hay algunos chistes, muy buenos debo añadir, pero que de repente se incluyan chistes, aparte del humor que puede provocar el personaje de Hitler, queda un tanto brusco en una historia mayoritariamente dramática.



CAPITULO 3. Noches alemanas en París

Como he dicho antes, la atmosfera de spaghetti Western es fabulosa, pero no llega a ser maravillosa. La ambientación es muy buena y es una lastima que la historia no esté a la altura.

El otro caso de una secuencia que le hubiese venido bien un montaje no lineal de la acción es cuando algunos basterds se reúnen con la actriz/agente doble alemana en el bar. Tendría mucho mayor dinamismo y dramatismo si empezase con Aldo Raine interrogándola sobre lo que ha ocurrido en el bar y ella lo contase con pequeños flashbacks. Además de que el ligero intento de darle algo de acción de disparos a esta parte no quedaría tan forzada. Aunque es sumamente brillante y sublime.

Un aspecto que me ha maravillado gratamente es el tratamiento de la comida. Los alimentos y la bebida que aparecen en la película están tratados con la delicadeza que le daría un chef, hermosos primeros planos de comida de una extraordinaria belleza pictórica.
Por su parte, el uso de la cámara lenta está a la altura del mejor Peckinpah, una cámara lenta que se utiliza con motivos dramáticos, estéticos e incluso narrativos y no “porque se puede” como hacía Castellari y otros italianos de su quinta.



CAPITULO 4: Operación cinéfilo

Como de costumbre Tarantino plaga esta película con regencias cinéfilas a todo tipo de películas. La música, el propio cine donde transcurre el final, hasta la actitud de algunos personajes. Diálogos sobre películas, aunque más sobre actores.
Y esto es volver a lo que he dicho antes sobre hacer películas para el mismo que, casualmente, gustan a gran parte del público.
De todos modos, se nota que Tarantino ha madurado y ha aprendido algo, ha pasado de los chistes fáciles a los tributos cinematográficos.
Por decirlo de otra manera, Tarantino, ha aprendido a hacer metacine, en lugar de tener que parar el ritmo narrativo para que algún personaje diga algo referido al séptimo arte y quedarse en nada.
No se limita a la banda sonora y los cameos, como en las anteriores películas de Tarantino, aunque aquí también hay de eso pero con más madurez. Enzo Castellari y Vo Svenson, director y protagonista de ‘Aquel maldito tren blindado’, respectivamente, aparecen en la película.


CAPITULO 5: La venganza de la frente gigante de Tarantino

Uno no puede crear una obra maestra de la nada. No se puede hacer ninguna incursión en al arte, sea cual sea, con la pretensión de crear una obra maestra. Es el público y el tiempo el que decide esto. Y Tarantino dijo hace tiempo y sigue diciendo que ‘Malditos Bastardos’ es su gran obra maestra.

Aún así Tarantino demuestra que ha crecido. ‘Malditos Bastardos’ es una película de madurez que deja atrás las fantasías de un dependiente borracho y drogadicto de un videoclub y demuestra, por primera vez, el trabajo de un director de cine que sabe lo que hace, que confía en su trabajo y que le gusta lo que hace.

En definitiva, es una película entretenida, a pesar de sus dos horas y media de duración se pasa relativamente deprisa y proporciona algunos momentos cómicos que vale la pena recordar. Gustará a los “tarantinianos” y me atrevería a decir que a cualquiera que no espere ver una peli de tiros.

Sin embargo me veo en la obligación de reprochar el doblaje. Los que me conocen saben que nunca lo he hecho, pero vi la película en versión original y todo lo que se ha suprimido en francés y alemán resulta extraño. Obviamente ha sido por motivos comerciales, pues saben que parte de ese público que espera ver una peli de tiros, y que campan a sus anchas por las salas de cine de toda España, van en manadas y suponen una gran fuente de ingresos para todos los que se nutren de la distribución y la exhibición. Y que ese tipo de público no va precisamente al cine a leer.

Concluyendo, ‘Malditos Bastardos’ es una película excelente, muy buena de verdad, a pesar de todo lo que he dicho, la satisfacción que siento después de verla es grande. Hasta es posible que sea una obra maestra, el tiempo dirá.

Y ¿sabes qué Tarantino? Creo que yo también he hecho mi obra maestra.

Puntuación: 4,5 (Es una lastima teniendo en cuenta que en mi montaje mental de la película alcanza un 8)