jueves, 21 de mayo de 2015

Crítica de 'Mad Max: Furia en la carretera'


Desde que George Miller dirigiera ‘Mad Max: Salvajes de autopista’ en 1979 muchas cosas han cambiado en el mundo del cine. Mel Gibson se hizo famoso con su interpretación del justiciero sobre ruedas y la secuela definió  el imaginario colectivo sobre el aspecto que tendría la tierra en un futuro post apocalíptico. Aquella primera película era una obra honesta, hecha con entusiasmo y sin pretensiones. Que fue justo el caso contrario a lo que ocurrió con ‘Mad Max , Más allá de la cúpula del trueno’. Ahora 30 años después de aquello George Miller se pone al volante y regresa a ese paisaje desolado con ‘Mad Max: Furia en la carretera’. Con Tom Hardy en el papel de Max.

Desde las primeras escenas ‘Furia en la carretera’ transmite buenas sensaciones, con el pulso firme que sólo un director veterano puede conseguir. Y lo consigue sin recurrir a trucos baratos de efectos especiales por ordenador como es la norma a día de hoy. Se agradece que Miller vuelva al sub género de acción post apocalíptica que él mismo ayudó a crear años atrás. Especialmente teniendo en cuenta que sus últimos trabajos eran películas infantiles.
 
En cuanto al argumento, es algo que debéis experimentar en primera persona. No hay nada novedoso ni rompedor en cuanto a historia. Sin embargo hay varios pequeños detalles que la completan y arruina el disfrute de la historia si se sabe de antemano. Yo vi la película sin saber nada en absoluto, y creo que en gran medida eso fue beneficioso para que la disfrutase más.

‘Mad Max: Furia en la carretera’ es una película violenta, aunque no sangrienta. Pero, a pesar de todo, se entiende como algo necesario e inherente a la narración. Pues el mundo en el que transcurre la acción es mucho más salvaje y despiadado que en las tres primeras películas. Aquí la gente no lucha por conseguir gasolina.  El único propósito es sobrevivir.

Es indiscutible que Max el héroe de acción en esta película. Pero sorprende y sea gradece. Que Miller de un gran peso en la narración a Furiosa, el personaje interpretado por Charlize Theron. Que es, en esencia, el motor narrativo de la historia.

 Hay quien quiere ver en esta decisión una actitud feminista, en el sentido moderno que es sinónimo de anti hombres. Pero es más cauto entenderlo como un gesto pro-mujeres. Aún y con todo, en cuanto a lo que acción se refiere la película ofrece mucho y lo ofrece bien. El ritmo narrativo ayudado por un montaje muy dinámico. Acompañado por un brillante diseño de sonido y una banda sonora repleta de rotundos golpes de batería y guitarras eléctricas. Todo muy en la línea del cine de acción moderno, pero que logra ir un paso más allá y ofrecer ese algo más que otras películas, simplemente, no intentan. ‘Mad Max: furia en la carretera’ tiene su mayor logro en lo puramente técnico, riéndose en la cara del abuso de efectos especiales por ordenador de otras películas de acción que hayais podido ver últimamente en cines. Hace uso de uno de los mejores montajes y diseño de sonido que haya visto el género en años. En cierto sentido Miller sigue la hoja de ruta que diseñó con ‘Mad max: Salvajes de autopista’ y sus secuelas. Para moldear un nuevo referente del cine de acción.

 

Con una película de estas características no puede dejar de hablarse de las escenas de acción en sí. Desde que empieza la persecución a Furiosa, que podría ser una de las mejores secuencias de acción de la historia del cine, el ritmo va en aumento y una escena voraz que parece imposible de superar en cuanto a su capacidad para dejarte boquiabierto, es pronto superada por otra aún más sorprendente e impactante.

Es curioso como la película consigue, por un lado, mantener la atención del espectador y por otro evitar que éste se sienta desorientado. La cámara hace un gran esfuerzo por situar la acción claramente y pese a la gran cantidad de choques, explosiones y gente saliendo despedida de los vehículos, la acción no se vuelve repetitiva. Ayudado, en gran medida, por la carga emocional que aumenta en cada escena. Miller sabe cuando es necesario relajar el ritmo y cuando pisar el acelerador a tope.

Por su parte las interpretaciones de Tom Hardy Y Charlize Theron están, también,, muy por encima del estándar de interpretación en películas de acción. Hay poco diálogo a lo largo de la historia. Y cuando lo hay no evita entrar en los tópicos literarios del género con frases que quedan bien en camisetas. Pero lo más soberbio en cuanto a interpretación aquí son las miradas. Que en muchas ocasiones, y Miller lo sabe, dicen más que mil palabras. Tom Hardy, por su parte. Hace que el personaje de Max esté realmente loco. No sólo entendido como un tipo sin miedo y con cierta tendencia a las acciones violentas. Genuinamente loco de psiquiátrico. Al principio de la película parece que sólo sepa gruñir y sabe cómo poner cara de enfermo mental.

Pero, por mucho que esté alabando el aspecto técnico. El director de fotografía debería sentir vergüenza de la falta de clase al hacer la noche americana. De acuerdo que hacer el efecto en el desierto es tarea complicada, pero no podéis hacerme creer que es de noche con esas sombras tan descomunales. Al principio pensaba que no se suponía que fuese de noche, pero más tarde se ven las estrellas en el cielo y las sombras del sol del desierto siguen proyectándose sobre el suelo.

Otro aspecto a resaltarla gran labor de diseño de producción que ayuda a formar ese mundo completamente devastado, donde no se ve ni una mísera ruina y que dota de gran personalidad a todos los personajes, aunque en los créditos se ven los nombres de los principales y te das cuenta de que no se mencionan ni la mitad de nombres. El universo de la película tiene tantos detalles en el comportamiento de sus personajes que resulta muy orgánico. Tienen diferentes saludos y costumbres que no se explican, ni hace falta. Y en general tiene una mitología muy rica para tratarse sólo de una película de acción que empezó como un exploitation de banda de moteros tan populares en los 70.

En conclusión, ‘Mad Max, Furia en la carretera’ es una película vibrante de acción que te cautivará. Geroge Miller demuestra otra vez lo bien que sabe filmar coches, persecuciones y explosiones. Y como parece que hay confusión al respecto y la gente de enzarza en debates interminables al respecto de cuál es la cronología de la película respecto a las tres primeras películas, el director lo aclara en una entrevista:

“Todas son películas diferentes, si lo hubiésemos pensado desde el principio como una trilogía hubiese sido diferente. Pero cada una era una oportunidad de hacer algo nuevo. ‘Más allá de la cúpula del trueno’ tenía una calificación por edades de apta para menores de 13 años y era una película diferente. Ésta película, tal como yo lo veo, es después de ‘Más allá de la cúpula del trueno’, pero la cronología no encaja."
 
PUNTUACIÓN:8/10