Desde que George Miller dirigiera ‘Mad Max: Salvajes
de autopista’ en 1979 muchas cosas han cambiado en el mundo del cine. Mel
Gibson se hizo famoso con su interpretación del justiciero sobre ruedas y la
secuela definió el imaginario colectivo sobre
el aspecto que tendría la tierra en un futuro post apocalíptico. Aquella
primera película era una obra honesta, hecha con entusiasmo y sin pretensiones.
Que fue justo el caso contrario a lo que ocurrió con ‘Mad Max , Más allá de la
cúpula del trueno’. Ahora 30 años después de aquello George Miller se pone al
volante y regresa a ese paisaje desolado con ‘Mad Max: Furia en la carretera’. Con
Tom Hardy en el papel de Max.
Desde las primeras escenas ‘Furia en la carretera’
transmite buenas sensaciones, con el pulso firme que sólo un director veterano puede
conseguir. Y lo consigue sin recurrir a trucos baratos de efectos especiales
por ordenador como es la norma a día de hoy. Se agradece que Miller vuelva al
sub género de acción post apocalíptica que él mismo ayudó a crear años atrás.
Especialmente teniendo en cuenta que sus últimos trabajos eran películas
infantiles.
En cuanto al argumento, es algo que debéis
experimentar en primera persona. No hay nada novedoso ni rompedor en cuanto a
historia. Sin embargo hay varios pequeños detalles que la completan y arruina
el disfrute de la historia si se sabe de antemano. Yo vi la película sin saber
nada en absoluto, y creo que en gran medida eso fue beneficioso para que la
disfrutase más.
‘Mad Max: Furia en la carretera’ es una película
violenta, aunque no sangrienta. Pero, a pesar de todo, se entiende como algo
necesario e inherente a la narración. Pues el mundo en el que transcurre la
acción es mucho más salvaje y despiadado que en las tres primeras películas.
Aquí la gente no lucha por conseguir gasolina.
El único propósito es sobrevivir.
Es indiscutible que Max el héroe de acción en esta
película. Pero sorprende y sea gradece. Que Miller de un gran peso en la
narración a Furiosa, el personaje interpretado por Charlize Theron. Que es, en
esencia, el motor narrativo de la historia.
Hay quien
quiere ver en esta decisión una actitud feminista, en el sentido moderno que es
sinónimo de anti hombres. Pero es más cauto entenderlo como un gesto
pro-mujeres. Aún y con todo, en cuanto a lo que acción se refiere la película
ofrece mucho y lo ofrece bien. El ritmo narrativo ayudado por un montaje muy
dinámico. Acompañado por un brillante diseño de sonido y una banda sonora
repleta de rotundos golpes de batería y guitarras eléctricas. Todo muy en la
línea del cine de acción moderno, pero que logra ir un paso más allá y ofrecer
ese algo más que otras películas, simplemente, no intentan. ‘Mad Max: furia en
la carretera’ tiene su mayor logro en lo puramente técnico, riéndose en la cara
del abuso de efectos especiales por ordenador de otras películas de acción que
hayais podido ver últimamente en cines. Hace uso de uno de los mejores montajes
y diseño de sonido que haya visto el género en años. En cierto sentido Miller
sigue la hoja de ruta que diseñó con ‘Mad max: Salvajes de autopista’ y sus
secuelas. Para moldear un nuevo referente del cine de acción.
Con una película de estas características no puede
dejar de hablarse de las escenas de acción en sí. Desde que empieza la
persecución a Furiosa, que podría ser una de las mejores secuencias de acción
de la historia del cine, el ritmo va en aumento y una escena voraz que parece
imposible de superar en cuanto a su capacidad para dejarte boquiabierto, es
pronto superada por otra aún más sorprendente e impactante.
Es curioso como la película consigue, por un lado,
mantener la atención del espectador y por otro evitar que éste se sienta
desorientado. La cámara hace un gran esfuerzo por situar la acción claramente y
pese a la gran cantidad de choques, explosiones y gente saliendo despedida de
los vehículos, la acción no se vuelve repetitiva. Ayudado, en gran medida, por
la carga emocional que aumenta en cada escena. Miller sabe cuando es necesario
relajar el ritmo y cuando pisar el acelerador a tope.
Por su parte las interpretaciones de Tom Hardy Y
Charlize Theron están, también,, muy por encima del estándar de interpretación
en películas de acción. Hay poco diálogo a lo largo de la historia. Y cuando lo
hay no evita entrar en los tópicos literarios del género con frases que quedan
bien en camisetas. Pero lo más soberbio en cuanto a interpretación aquí son las
miradas. Que en muchas ocasiones, y Miller lo sabe, dicen más que mil palabras.
Tom Hardy, por su parte. Hace que el personaje de Max esté realmente loco. No
sólo entendido como un tipo sin miedo y con cierta tendencia a las acciones
violentas. Genuinamente loco de psiquiátrico. Al principio de la película
parece que sólo sepa gruñir y sabe cómo poner cara de enfermo mental.
Pero, por mucho que esté alabando el aspecto técnico.
El director de fotografía debería sentir vergüenza de la falta de clase al
hacer la noche americana. De acuerdo que hacer el efecto en el desierto es
tarea complicada, pero no podéis hacerme creer que es de noche con esas sombras
tan descomunales. Al principio pensaba que no se suponía que fuese de noche,
pero más tarde se ven las estrellas en el cielo y las sombras del sol del
desierto siguen proyectándose sobre el suelo.
Otro aspecto a resaltarla gran labor de diseño de producción que ayuda a formar ese mundo completamente devastado, donde no se ve ni una mísera ruina y que dota de gran personalidad a todos los personajes, aunque en los créditos se
ven los nombres de los principales y te das cuenta de que no se mencionan ni la
mitad de nombres. El universo de la película tiene tantos detalles en el
comportamiento de sus personajes que resulta muy orgánico. Tienen diferentes
saludos y costumbres que no se explican, ni hace falta. Y en general tiene una
mitología muy rica para tratarse sólo de una película de acción que empezó como
un exploitation de banda de moteros tan populares en los 70.
En conclusión, ‘Mad Max, Furia en la carretera’ es una
película vibrante de acción que te cautivará. Geroge Miller demuestra otra vez
lo bien que sabe filmar coches, persecuciones y explosiones. Y como parece que
hay confusión al respecto y la gente de enzarza en debates interminables al
respecto de cuál es la cronología de la película respecto a las tres primeras
películas, el director lo aclara en una entrevista:
“Todas son películas diferentes, si lo hubiésemos pensado
desde el principio como una trilogía hubiese sido diferente. Pero cada una era
una oportunidad de hacer algo nuevo. ‘Más allá de la cúpula del trueno’ tenía
una calificación por edades de apta para menores de 13 años y era una película
diferente. Ésta película, tal como yo lo veo, es después de ‘Más allá de la
cúpula del trueno’, pero la cronología no encaja."
PUNTUACIÓN:8/10