Créditos
Guión y dirección: Quentin Tarantino
Interpretaciones: Leonardo Di Caprio, Brad Pitt, Margot Robbie.
Sinopsis
En 1969 el actor Rick Dalton está en el crepúsculo de su carrera, su mejor amigo es su doble para escenas de riesgo Cliff Booth. Juntos lidian con sus altibajos profesionales, mientras algo malsano se fragua en la sociedad norteamericana de finales de los 60.
Crítica
Dije que no vería otra de Tarantino después de ‘Los Odiosos
Ocho’ pero ésta bien podría ser la última que hace y siempre me llamó la
atención que girara en torno a los asesinatos Tate-LaBianca. No esperaba mucho
al verla y me ha sorprendido gratamente.
Por primera vez en mucho tiempo, Quentin Tarantino muestra un gusto
cinematográfico refinado. Sin que quede como un “eh mira que cosa más guay he
hecho ¿te gusta eh, te gusta?”. Dicho eso, la cámara se mueve, en
panorámicas,travelings etc…, más que nunca en ninguna otra película de
Tarantino, la fotografía se vuelve más europea por decirlo de alguna manera, y
eso beneficia al producto final.
Hay más música que nunca en ninguna película de este director,
aunque en más ocasiones de las que sería deseable estas canciones licenciadas
suenan en interminables secuencias de gente conduciendo. Que sí que has
recreado Los Ángeles tal y como eran en 1969, pero sobra. Igual que también
sobra todo el tiempo, de las dos horas y media de película, que se pierde en
sacar la labor actoral de Rick Dalton. La secuencia de la meta película en la
que usa un lanzallamas contra unos nazis… ¿no bastaba sólo con lo del
lanzallamas para la relevancia, que no pasa de ser un toque
humorístico/grotesco al final de la película, para que tuviese el mismo efecto?
Además ¿qué sentido tiene que la ficción dentro de la ficción sea igual que una
película de Tarantino? ¿Quiere decir que en su universo (en el que Hitler fue
asesinado en un cine) todo el mundo hace películas de Tarantino? Por lo menos
que no hablasen con tantos retruécanos, como es marca de la casa.

Lo más destacable, y que me ha tenido enganchado como un perro
pequeño a los dedos de un invitado al que no conoce (jajajaja ay) es la
atmosfera malsana y llena de suspense que se respira cada vez que aparecen los
hippis malos. Esto me lleva a un apartado que me preocupa de la película. No me
gusta que haya que estudiar para ir al cine, cuando se estrena algo basado en
libros y algún elemento genera más preguntas que respuestas, alguien puede
decir “ en el libro lo explican” pues bien, no tengo que leer ningún libro
antes de ir al cine, para eso se adaptan novelas para llegar a otro público. En
este caso, no sé cuantos espectadores estarán familiarizados con los aberrantes
actos de la familia Manson. Y es que, pese a las diferencias con la realidad,
saber que unos hippis malos allanaron la morada de Sharon Tate y la asesinaron
brutalmente es fundamental. Porque de otro modo,no se aprecia el suspense de la
misma manera, ni creo que se pueda entender el mensaje que subyace. Sí conoces
la historia de cómo asesinaron a la mujer embarazada de Roman Polanski y a
varios invitados, entonces se crea un juego de suspense al estilo Hitchcock en
el que es espectador sabe algo que los personajes en pantalla no. De lo
contrario el personaje de Sharon Tate, parece algo episódico que no conduce a
nada.
Aún y con todo, al final ocurre como en todas las películas de
Tarantino; mucho contenido y poca sustancia. Sólo que en sus primeras
películas, incluso en ‘Amor a quemarropa’ las secuencias se prolongaban en
exceso en las que no ocurría nada, pero notabas que llevaban a alguna parte,
tarde o temprano al menos. Desde ‘Malditos Bastardos’ diría que se han
multiplicado las escenas de hablar por hablar, por las que son famoso el
director.
Dicho eso, ¿de qué trata la película? ¿De la soledad del hombre
en una especie de mensaje post romántico a lo Chuck Palahniuk? No tengo ni
idea. El personaje de Rick, interpretado por Leonador Di Caprio, tiene toques
de los personajes de Sam Peckinpah en películas como ‘Grupo Salvaje’ o ‘La
Balada de Cable Hogue’ en el sentido en el que se trata de hombres que viven en
un mundo que no les pertenece, ya se han quedado obsoletos y no son capaces de
adaptarse. Pese a que eso no se llega a desarrollar tanto como hubiese querido,
es mucho más interesante que las dos películas anteriores de Tarantino.

La capa de suspense es muy estimulante, y lleva a las mejores
secuencias de todo el filme. Y en ambas Brad Pitt parece Charles Bronson
impartiendo justicia. Pero la pedantería tarantiniana también está presente
aquí, como no. Y en esta ocasión hace acto de presencia por medio de una niña
actriz que parece la manifestación física de Tarantino en la película. Por
desgracia hay muchísimas más cosas pedantes a lo largo y ancho de toda la
película. Y hablando de cosas que no llegan a nada, en un par de ocasiones se
fuerza cierto paralelismo entre el trío protagonista, que no se desarrolla de
ninguna manera.
La pedantería que mencionaba antes, también sacude a los
actores. Leonardo Di Caprio interpreta en la meta ficción una secuencia de
forma penosa,pero recobra energias y en la siguiente lo borda. Lo que se
traduce en que se interpreta a sí mismo en ‘Django Desencadenado’ como si
exigiese un Oscar o algo así.
‘Erase una vez en Hollywood’ destaca por ser la primera película
de Tarantino en tener dos secuencias puras de terror, no cuenta el “momento
giallo” de ‘Kill Bill’. Si no te acojonas hasta la medula cuando el personaje
de Brad Pitt vuelve al rancho donde solía rodar la serie de televisión de
vaqueros, es que no estás prestando atención. Y lo cierto es que a Tarantino se
le da de miedo dar miedo. En varias ocasiones ha dicho que es un gran fan del
cine Slasher de asesinos en serie, y por fin lo ha demostrado. Los elementos de terror son tan acertados, que funcionan como una película de terror moderna, de las mal llamadas "horror intelectual".
En el aspecto de interpretación, todo como cabe esperar, pero el
papel casi cameo de Al Pacino, ¿es el mismo personaje de ‘Jack y su gemela’? En
serio, tiene la misma capacidad nula para influir en la trama. Y también actúa
Lorenza Izzo, que bueno… ¿sabéis eso de si no puedes decir nada amable no digas
nada?
Por último, considero imprescindible detallar el final para
entrar a desgranar la película. Así que si no la habéis visto y sois de esos
melindrosos ignorantes de “spoilers no”, no leáis más.

El Climax final, cuando los hippis malos quieres perpetrar
violencia por la influencia de la tv en sus vidas (más o menos) resulta
sumamente gratificante ver al personaje de Brad Pitt repartir estopa en la secuencia
más violenta de toda le película. Una hipérbole híper violenta que no es
agradable de mirar, pero que se aligera con ciertos toques cómicos y que
arruina Lorenza Izzo, con un salto/grito totalmente ridículo. Cuando estos
hippis malos mueren y llega la policía, los que saben que la familia Manson
asesinó a Sharon Tate temen lo peor un invitado de los Polanski sale de casa y pregunta que ha pasado. Después le invita a la casa con Sharon y
otros invitados y…todos cenan juntos y conversan, aparentemente. Porque ahí está el
mensaje de Tarantino y que encumbra a esta como una de sus mejores películas.
En el mundo híper violento de estas 9 películas, en las que la gente suda
celuloide y que aman el cine como el propio creador, imaginamos que por cómo
eliminaron a Hitler, es un mundo más bonito y hermoso que el nuestro. Donde la
gente distingue violencia real de la de ficción y todo funciona como debería. Un mundo en el que los asesinatos de Manson no supusieron el fin de los años 60 y del movimiento Hippi, dando paso a una era más cínica y temerosa de Dios.
El título de la película hace referencia tanto al cine de Sergio Leone,y que
gracia me hace que mencione a Sergio Corbucci, como a una introducción de
cuento de hadas. Y esta película lo es en cierto modo.
PUNTUACIÓN: 88